Amor es brillo en tus ojos
cuando esparcen alegría,
es plenitud en tus días
y vigor que te da vida.
Es de optimismo inyección
que da fuerza a tu motor,
es en la vida color
y latir del corazón.
Es darlo todo por nada
sin esperar recompensa,
es para el dolor defensa
y es la virtud más valuada.
Ternura, bondad, pasión,
entrega noble y total;
es la causa más vital
y pura de la razón.
No hay sentir que se le iguale
ni impulso que lo aventaje,
se entra en él como en un viaje
y nunca jamás se sale.
Pues aquel que entrega amor
nunca lo deja de hacer,
es tan grande su poder
que no lo quiere perder.
Y lleva la recompensa
de sentirse un ser de bien,
el cual no odia ni aborrece
y ese es su mayor placer.
Consta de varios costados,
siendo uno el romanticismo;
que es como un raro espejismo
que nos lleva fascinados.
Es un golpe de energía
cuando suena algún “ring ring”,
o es una cena con velas
al embrujo de un violín.
Un paseo al exterior
bajo una luna de plata,
y el calor de una fogata
que enardece la pasión.
Es caminar por un parque
muy tomados de las manos,
o darse un beso en la calle
sin reparar a ambos lados.
Es compartir un camino
sin dejar de acompañarse
y es buscar el mismo sueño
para forjar un destino.
Es dar todo por la gente,
por los niños y los hijos;
por todos nuestros hermanos
que viven nuestro presente.
Es tantas cosas hermosas
que no hay lugar en mis versos
para marcar por completo
sus virtudes portentosas.
Es pureza, es esplendor,
es sentirse embelesado...
y siempre el beneficiado
es quien más reparte amor.
Jorge Horacio Richino
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