Yo no lo digo, es tu fama la que pone en cada esquina un anuncio con tu currículum, dicen que eres de las moscas más grandes que bailan al rededor de lo sucio y podrido.
Que tu paraíso está lleno de basura y heces, una maldita con rostro bonito, demonio del infierno con bolso y minifalda que tiene el descaro como un común denominador en cada meneo de cadera.
Aún así, asesina de corazones, depredadora de sueños y de ilusiónes, me considero un estúpido adorador de tu presencia, no me importa un maldito carajo tu reputación, yo quiero ser uno de tantos, que de rodillas beba de tu pubis húmedo y la gloria de la tentación.
Pecado y herejía, con tus besos llévame al infierno de tu cálido regazo, y con tus manos dulcemente alimenta el deseo de lo prohibido y lo inesperado.
Eternas lunas-.