Lluvia cristal, lluvia dorada
deja tu cara empapada,
juguetea con tu lengua en mi espalda.
Me deseas ante ti hincada
tejiendo con mi boca
esa telaraña que por mi comisura escapa.
Tejes tus deseos sobre mi cara,
usando tu lengua terciopelo
llevas el hilo hasta mis pechos.
y mis pezones duros siempre dispuestos
a amamantar tu libido y deseo
con cada succión, mordisco y lengüeteo.
Sexo palpitante entre tus piernas
sexo chorreante entre las mías
deseando albergar entre ellas
las más perversa de tus fantasías.
luna de octubre