¿Por qué te quiero, mujer, por qué?
si ya no puedes ser mía,
¿por qué me miras así y me sonríes
si, creo, ya no puedo ser tuyo?;
nos embelesamos en mirarnos
y a punto de hablar con nuestros ojos
estamos,
sonreímos, nos sentimos felices
lo sé, lo sabes, y así hasta
el día siguiente
que preguntaremos, solos:
¿por qué te quiero hoy?,
por qué te quiero...?
Bolívar Delgado Arce