De vuelta a la comida voy como un lobo
Y sobre la cama soy la serpiente
Como perro obedezco al cansancio
Y repito los días del loro
Es la golondrina quien te escribe una carta
Y el camaleón quien pasea por la ciudad
Acecha el tigre cuando en las noches respiro
Y al conejo lo persigue una bala
Me arrastro gusanamente hacia un espejo
Donde un mono explora su garganta
Y estalla la risa de la hiena.