Estoy sentado sobre una mirada ingenua donde la vida insiste en agitar mis pobres sentidos. No necesito mucho esfuerzo para hacerme invisible, los objetos pasan a través de mi cuerpo. Veo pensamientos intolerantes que me hacen más invisible aún, y me sumerjo en los océanos de mundos oníricos, donde la luz me obligue a meditar hacia un mundo mejor.
Suceden intolerancias humanas que insisten en alienar todo pensamiento contrario y diverso, en una suerte de cultura medieval, donde en lugar de quemar brujas, se pretenden quemar conciencias.
Han pasado millones de años de oscuridad, pero hay lecciones que el humano no aprende jamás, deberán pasar millones de años más, antes que la conciencia nos quite lo animal.
Imaginamos zombis, vampiros, bestias y psicópatas etc., pero lo cierto es que la realidad parece siempre superar día a día, minuto a minuto, nuestra pobre imaginación. A mis párpados les cuesta abrirse, tienen más motivos para estar escondidos detrás de cualquier sueño, me faltan motivos para tenerlos abiertos.
El lobo está asustado del hombre, encerrado en almas solitarias que atormentan el mundo animal. El hombre lobo transita un mundo sin conciencia aprendida, tiene más poder que antaño, y un mundo que todo quiere someter a su antojo.
Han mutado en bestias de mayor astucia, la bala de plata no lo puede alcanzar, tienen el brillo del oro entre sus viles ojos siempre. En lugares de poder se alimentan de toda la oscuridad. Crean manadas de incondicionales, y el mundo simplemente los mira. La bala que se llevó el cuerpo de Lorca, no salió de un arma, salió de la mente de un hombre conciencia de lobo, usando una mano cualquiera.
Mas lo único que pudo llevarse fue su cuerpo. El alma de Lorca está corriendo siempre por las venas de toda la humanidad, y de infinidad de amantes de sus letras. Un hombre conciencia de lobo innombrable, solo por no aceptar sus ideas lo borro de la faz de la tierra.
Que siempre viva el espíritu de seres tan maravillosos como Federico García Lorca, no solo para recordarle al mundo las atrocidades de los hombres conciencia de lobo, sino para saber qué; a nuestro mundo, también llegan Hombres Ángeles.
Aclaración:
Nunca paso por mi mente que esta reflexión culminara recordando este maravilloso poeta. Mas no puedo negar su presencia, no solo por sus obras, sino por su trágica muerte, y en las circunstancias en que lo asesinaron.
Os digo sinceramente, es algo que siempre me ha impresionado hasta lo más profundo de mi ser.
\"No estaba en mi mente, pero sus encantadores ojos de poeta, estaban justo mirando al alba\"
Kinmaya