Comenzamos a hablar
sin conciencia, ni templanza
nos empezamos a encariñar
desesperados, sin esperanza
A través de un cristal
de algoritmos infinitos
conectados a una señal
de enamorados fortuitos
Una relacion intangible
de expresiones lejanas
Una emocion infalible
que parecia muy sana
un giro de tibios léxicos
nos encendió las entrañas
tornasen un poco tóxicos
al descubrir las patrañas
El mismo cristal albergaba
a otros fortuitos amantes
y a cada quien dedicaba
sus promesas delirantes
queria sentirse amada
y con ellos pasar jugando
y al jugar olvidaba
de que la estaban usando
Ya no recuerdo su nombre
ni el numero del que llama
se cree rodeada de hombres
pero esta sola en su cama...