Entre nubes y algodones
Te tengo siempre guardada.
Cuando acaricio la almohada
Siento que allí estás presente
Dulces tus brazos me abrazan:
Siento llegar en murmullo
Tu voz, que en mi mente canta,
Y me siento todo tuyo.
Nuestros cuerpos de entremezclan
En febril adoración:
Ruge en mí un nuevo león
Mientras que las horas pasan.
Cada que te tengo, aumentan
En mi, las ansias que salga
De entre las nubes tu espalda,
Y que calmes mis lamentos.