Posee su mirada los rayos de armonía
vistiendo con las sedas de dulce poesía.
Su rostro tiene el brillo que tiene el firmamento
y canta con el alma su noble sentimiento;
y brota de su entraña la luz del pensamiento
envuelto con los halos de generoso viento.
Con mística dulzura de amor y de terneza
en cada letra pone del lirio su pureza.
Vistiendo con las sedas de dulce poesía
envuelto con los halos de generoso viento;
en cada letra pone del lirio su pureza.
Su canto es una joya de hermosa pedrería
tejido con cantares de magna sinfonía.
Sus notas cristalinas ofrecen fresco aliento
que sirve a nuestras almas de mágico sustento;
y lleno de lirismo con singular talento
nos brinda con su arpegio de amor el gran portento.
Nos deja en sus poemas la espléndida tibieza
que arrulla nuestro ensueño con regia sutileza.
Tejido con cantares de magna sinfonía,
nos brinda con su arpegio de amor el gran portento
que arrulla nuestro ensueño con regia sutileza.
Autor: Aníbal Rodríguez.