Algún día
ya no contaremos los años
y nuestros amigos estarán a nuestro lado
sin verlos marchitarse
con el peso del tiempo
siempre hermosos y lozanos
Nuestras mujeres
No lucirán desgastadas
y su carne hará vibrar
el corazón de amor
La belleza será eterna
y la sabiduría nos enseñará
los insondables caminos de Jehová.
Argenis Díaz.
De Raíces, 1996.