teresa ternavasio

ROSTROS

Rostros

 

Rostros que vienen y van

Rostros que pasan  y dejan estela

Otros que son un barrido

El  niño al que le robé el asombro.

El viejo que caminó por el borde de la ilusión

El  alquimista que halló la piedra filosofal

La sombra triste que con una sonrisa,  se volvió payaso.

El muchacho alegre, ladrón de besos

El iluso que corrió tras los sueños  que se esfumaron

El pobre  que se hizo rico vendiendo  el corazón.

El osado  que llegó a la luna.

El que se pintó la cara porque quería ser un clon.

El  sabio que con una palabra mató la ignorancia.

El que por amor habló con los muertos.

El que estando muerto,  un día vino a verme.

Tempus figit (tiempo fugaz)  dijo  y se enamoró.

El filósofo que no pudo entender  el amor.

El que cultivó poemas porque era el dueño de las palabras.

El  fantasma  que llegó una noche.

El ansioso que se colgó de un péndulo

La madre

El hijo

Rostros

 

Rostros que vienen y van

Rostros que pasan  y dejan estela

Otros que son un barrido

El  niño al que le robé el asombro.

El viejo que caminó por el borde de la ilusión

El  alquimista que halló la piedra filosofal

La sombra triste que con una sonrisa,  se volvió payaso.

El muchacho alegre, ladrón de besos

El iluso que corrió tras los sueños  que se esfumaron

El pobre  que se hizo rico vendiendo  el corazón.

El osado  que llegó a la luna.

El que se pintó la cara porque quería ser un clon.

El  sabio que con una palabra mató la ignorancia.

El que por amor habló con los muertos.

El que estando muerto,  un día vino a verme.

Tempus figit (tiempo fugaz)  dijo  y se enamoró.

El filósofo que no pudo entender  el amor.

El que cultivó poemas porque era el dueño de las palabras.

El  fantasma  que llegó una noche.

El ansioso que se colgó de un péndulo

La madre

El hijo

Rostros

Solo rostro

 

Rostros

Solo rostro