Matias 01

Hoy que estas…

Hoy que estas oyendo a tu silencio,

hoy que te ha golpeado alguna sombra

con su nube de odio

y hace espinoso todo el aire:

¡Me escuchas!

 

Hoy que ha caído el crepúsculo, de golpe

desplomándose como un pesado árbol

sobre el frágil cristal de tu memoria:

¡Me recuerdas!

 

Siente en el café humeante, amargo y oscuro,

el calor de mi rostro

que ahora está en la tierra;

Siente este lugar, donde he lavado el pétalo

de mi amor desnudo,

al desmoronarse el día alguna vez y caer la luz

como cristales rotos.

 

¡Ahora solo hay una lámpara con su luz extinta!

 

Ahora lo entiendo todo, ahora que la espina

llora a mi sangre y no hay más luz astillada

hiriendo mis ojos

¡Todo comienza en el sueño y termina allí!

 

No te aflijas, esta sufrida lluvia no es llanto

de herida abierta, esta humedad

es el roce de un beso que se quedó anclado

para siempre.