Sé, no te conozco en el pendular de los días.
Sé poco de ti en las ondulantes memorias.
A veces no se de ti en el cafetín semanal.
A veces no se en que te abrumas a diario.
No sé de verdad en que fantaseas al alba,
no sé a ciencia cierta que te distrae.
Y qué más da, lo único que sé,
es lo que han dicho nuestros amigos:
A veces eres un Fénix aguerrido,
a veces eres la canción de lucha.
Y qué más da, conocer apenas tu sonrisa,
escucharte hablar con nuestros amigos
de banalidades y trascendencias.
Y espero como el café a servir,
el periódico a ser leído,
el hola y las buenas tardes.
Espero que ésta carta sea leída por ti,
para sí, ofrecernos un fragmento de nuestras vidas,
dejar de ser tan desconocidos semanalmente.
Tan de saludo y miradas sonrientes.
Julio/2006
D.Valencia