Buscándome desesperadamente con la mirada vacía,
me perdí, juro que me perdí.
En rostros ajenos anhele lo que ni yo mismo me ofrecía.
Y en un callejón sin fin envuelto me vi…
Muchas sonrisas pasaron, pero no supe ver.
Manos se estiraron, y por miedo no las apreté.
Hoy entre sonrisas y lágrimas, aunque nada puedo ofrecer,
solo mis gracias y perdón les puedo extender…
La primera por haberme evitado esa oscuridad,
aunque sea por un momento y sin desear,
me alejaron de ideas de pura maldad
pues contra mi persona, yo solo quería atentar...
La segunda es por poco haberles devuelto,
y por ni cuidarlos haber hecho el esfuerzo.
Estaba vacío, y ustedes me llenaron
al punto que hoy soy, lo que todos juntos formamos.