Lo convoca, el Corazón
No tiene límite de caducidad
Lo rige y manda el Corazón
Involucra sólo a dos
De entrega total y pasión
Rodeado de ternura y comprensión
Finalidad la felicidad
Su deber, cultivarlo día a día
No tiene condición
Carece de maldad
Merece respeto y confianza
Prohibido odiar
permite el perdón
Acepto.
Taltamira