Cuando arrecia el agua
los recuerdos abrazan
la lluvia me ha tambaleado
poniendo a flotar el pasado.
Los relámpagos iluminan
mi memoriosa costilla
de barro y sucede,
que solo los refucilos
planean en silencio
tierra fértil de mis adentros
y no tengo miedo.
Porque la certeza del arco iris
mañana arqueará la niebla
y no me seguiré preguntando
¿Cuánto tiempo?
falta en mi conciencia
que se apague ese fuego
con la terquedad del agua.