Los altos tañidos de la triple torre catedral
lanzan al vuelo desde el religioso nidal
las mestizas, blancas y circulares palomas:
silvan sus alas, cercanas y urbanas las lomas.
Los altos tañidos de la triple torre catedral
inundan sonoros los repiques del maestro badajo
y en calle Varela, perfuman azahares del agrio naranjal,
aromas del septiembre pradial, regalo a los de abajo.
Los altos tañidos de la triple torre catedral
callan en Mercedes su convocante y metálica voz:
la hora del Ángelus, amores del alma en comunión.
Pido creyente y genuflexo a la Madre de Dios
el aguardado milagro de un pacto canción
...de mi amada querida ¡el Sí matrimonial!