En la vida hay tropiezos,
que me llenan de tu tristeza,
y me apoyo en el árbol milenario,
para recibir sus ramas,
que me abrazan, para entregarme
su calor, y derramar su lagrima
sobre mi hombro y decirme al oído,
es el amor que me acompaña.
la vida se detiene en mis manos,
dejando escapar la sabiduría,
que me entregan tus palabras,
cada día, que pasa, pero las ramas,
la atrapan para dejarlas en mi pecho,
introduciéndolas en mi corazón y en mi alma.
Mi vida, no dejes que los tropiezos,
sean los que me persigan,
llevándome a una vida sin regreso.