Heridas tiene la gente,
heridas que no se ven,
heridas muy profundas
... sin señales en la piel.
Heridas que no lesionan
los órganos ni las venas,
heridas que nunca sangran
... son la traición y las penas.
Heridas en gente adulta
de poco o mucho talante,
que ocasionaran las doncellas,
que ocasionaran los amantes.
Y en las noches frías y heladas
bajo la luna plateada,
el recuerdo vuelve y abre
las heridas en el alma.
Heridas que deja la vida
y que difícilmente cicatrizan,
muchas veces solo se borran
cuando el herido se hace cenizas.
xE.C.