Es el hombre minúsculo elemento
que navega perdido en sus quimeras;
mas principios le sirven de cimiento,
que distingue su especie de las fieras.
Es la vida su teatro polvoriento
donde exhibe sus obras lastimeras;
pero son, de su drama gran aliento,
esperanzas que surgen cual lumbreras.
Es por eso que emergen ideales
en el dulce vergel de poesía,
que han de ser un farol en su camino.
Gozará de las glorias terrenales
cuando luche feroz, con noble hombría,
por vencer en sus trampas al destino.
Autor: Aníbal Rodríguez.