Giorgio Mauro Magno Icardi

INQUIETUD.

Una noche nublada

donde todo lo que tenía

era la inexplicable duda,

mis utópicas ilusiones

que estaban rotas y confundidas,

por la maravillosa luna

tan gigantesca que había.

 

El fogoso silencio

de esta intensa noche

me agonizaba de una forma opugnable

cada efímero segundo

de mi ilusoria vida

sintiéndome cada vez más

cómo un miserable idiota;

desolado como un gran huracán

que es temido por su infinita potencial.

 

Y sin saber porque

o que ocasionó mi ponzoñoso malestar

que me agobiaba,

bueno seguiré un día más y nada más.