De blanca nieve tu piel resplandece
Y tu belleza la envidia despierta
a tu madrasta que el espejo alerta
pues cada vez que le oye, palidece
Ni el buen cazador su orden obedece
Cuando ella te quiso en el bosque yerta
Y con siete enanos te finges muerta….
¡Al saber, la del espejo estremece ¡
Tu madrasta de bruja disfrazada,
Con engaños sentenció tu destino
Dándote una manzana envenenada
Te lloraron en cofre cristalino….
Pero, de esta tu muerte no esperada,
un príncipe azul a despertarte vino