Llenemos esta casa de color y de sabor,
De fragancias, ortencias, lirios, y velas.
Que su aroma exuberante siempre sea entrante.
Que su sonido no traspase el empapelado.
Que la alegria jamas sea solo un decorado.
Llenemos esta casa de fulgor y borremos lo anterior.
En las puntas de este lazo, el fuego se propagara,
Mostrando para si, su figura amorfa, llama infame,
Intrépida venida, y solo viaje de ida para el trance.
Que los laureles siempre te apañen,
En la búsqueda profunda,
Urna con alma envasada,
Que nunca se rompa o se confunda.
Las calles son campos que nunca mueren,
Y voy a inmortalizarme con ellas.
Se verán mis marcas bajo luz ultravioleta
En los ojos de los que se han abierto
Como las grietas de un techo
Con el fondo sonoro depresivo de Cure
Sin glitter pieles de violáceos moretones.
Rubor de bodas químicas
Te daremos la sangre,
El latir de nuestros corazones,
El riesgo necesario,
La emoción fuerte de ir corriendo
Por el filo de una gillete
Y frenar con la lengua.
La luna roja ha de regar,
Aquellas semillas que florecerán
De lagos en bosques desiertos de sal.
El sol eclipsado ha de incendiar,
El aceite sagrado desintegrar,
En baños de azufre libidinal.
Serpiente en espiral es el ciclo del mundo
Es su rumbo devorarte
El alma envasada
Abierta la urna, que nunca se rompa
O se confunda, voy a inmortalizarme
En sus laureles, en las calles,
En los campos que nunca mueren...
2014
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
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