amaroz

LA MECHA

 

El pabilo mayor fuera de escena,

cámaras oscuras ,

manos a tientas,

guardaban seca su melena.

 

Los días acudían anticipando fecha,

terminaban su vida,

desairando medida,

una rendija presumía su mecha.

 

Tantas calles ignorantes de su nombre,

sin número de amistades,

sin longitud de lugares,

se andan a señas dadas en un sobre.