Raul Gonzaga
Llama que nunca se apaga
En lo hondo del sentimiento
No hay Leteo que te borre
No hay infierno que destroce
El Edén que llevo interno;
Y aunque mucho yo lo pienso,
No hay momento que no afloren:
Esos besos, esos toques
Con que alentabas mi cuerpo;
Y sonrío como un niño
Que sus recuerdos revive
En la vera del camino;
Eres llama que me sigue,
Nítida luz amor mío,
Que con nada se me extingue…