Fortuna, fortuna la mía fue conocerte,
fortuna la mía fue tenerte, besarte, quererte
fortuna que me quisieras.
¿Crees en la suerte?
mira que querer y que te quieran, eso
no lo tiene cualquiera.
Sí, fui afortunado
no fue un sueño, y eso era un regalo
Para mí alma bastaba tu sonrisa
que me llenaba de energía
y esa mirada que como arte de magia
en un instante me hechizaba
y ese sensual caminar
que me hacía delirar.
Más allá de la silueta que reflejaba tu sombra
la verdad se asoma, los años pasan
y la vida una vez más me muestra la fortuna.
Mirar tu retrato sentirte a mi lado
se siente extraño, tú ya no estás, pero aún te amo
que afortunado, decidí quererte y la vida me dio el mejor regalo
amar y ser amado.