las estrellas destellan tristes en esta noche,
y la brisa tibia de primavera pareciera enfriarse.
el cantar de un angel, es endecha desgarradora
que aun de lejos suele escucharse.
las luciérnagas dibujan tu rostro, oh Ambar
y los grillos no dejan de condolerse.
el fantasma de tu ausencia lentamente se asoma,
y los ojos parecen nubes de tormenta
que no cesan de precipitar lágrimas conmovedoras.
como explicarles a las veredas que tus pies
ya nos las acariciaran con tu andar.
como decirle a cielo del amanecer que tus ojos
nunca, nunca mas lo veran.
como explicarle al ángel del eco que tu voz
en su seno, jamas lo cobijara.
te fuiste, oh Ambar, te fuiste para siempre.
manos malvadas, arrancaron la rosa blanca de tu vida.
esta luna llena, aun llora estrellas fugaces,
mientras que tu alma danza un coro de millares de ángeles.
en la tierra se siente tu ausencia,
en la tierra se llora a mares tus lágrimas.
aun no se resigna el dolor de tu partida,
niña dulce de alma blanca.
justicia, justicia de Dios y no terrenal
brama con ímpetu el fiero mar;
juicio de fuego consumidor
prorrumpe con ira no contenida el bravío sol.
que paguen, que no haya misericordia
para quienes arrancaron para siempre la rosa blanca de tu vida.
es el clamor de quienes no se resignan
a darte el ultimo adiós.
las estrellas destellan tristes en esta noche,
y la brisa tibia de primavera pareciera enfriarse.