Llorar es como si lloviera
Las lágrimas anegan el alma
Todo se torna gris, frío, melancólico
como cuando llueve.
Cuando lloramos nos llovemos
sobre nuestro propio universo
A veces con calma, suavemente,
casi como la garúa cayendo sobre la ciudad,
otras veces con rabia, odio,
con la fuerza incontenible de las tempestades
Nos llovemos con ternura por felicidad
con ira por frustración
con dolor por pérdidas o desamor
Nos llovemos como la naturaleza
llueve sobre el planeta
y como la lluvia reverdece la tierra
el llanto lava el alma y arrastra
los guijarros que lleva incrustados.
Ángela Grigera Moreno
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