Yo te di todo,
te di mi compañía para quedarme solo,
te di días, te di horas y te di minutos,
aunque mis afectos te parezcan diminutos,
soy un árbol con sus ramas muertas, que te abrió las puertas, y brindó sus frutos,
el día que te conocí estoy de luto,
porque fue un viernes de octubre en lo absoluto,
igual recojo flores de algunos arbustos,
celebro el amor de los demás, ese que contigo no me pude dar el gusto,
feliz y triste, en silencio me incrusto,
al ver al resto de la mano juntos,
compartiendo alegrías, problemas, todos sus asuntos,
¿qué será de mí?, no lo sé, pero me lo pregunto.