1) Las experiencias negativas no a todo el mundo le afectan de la misma manera. Hay personas que se olvidan de ellas, otras las recordamos y las tenemos en las penumbras de nuestra alma. Quizás esas personas somos más desconfiadas, pero también infinitamente más reservadas y cautelosas.
2) No es lo mismo una persona que no busca la nada que otro que vive en ella. Para mí, hay muchas personas en la nada, de las que no se puede aprender algo existencial, las poco profundas o superficiales. Llenos de necesidades como máximo terciarias, es decir afectivas y muchas con enormes necesidades sociales. Esas personas se pueden obsesionar en ese nivel, porque no existen necesidades por encima como el autodesarrollo, el amor al vínculo de la vida con el ser racional, es decir el pensamiento.
3) No hay que olvidar nunca las experiencias negativas, hay que aprender de ellas y enfatizar las positivas. Sentimientos como la venganza, la envidia, la impotencia hay que erradicarlos de cualquier pensamiento. Aquellos seres que nos los provocan hay que alejarse de ellos,hay que buscar el equilibrio interno, y a partir de ahí, buscar necesidades superiores como vivir y sentir la vida de otros, o entender el pensamiento ajeno hacia nosotros mismos.
4) Quizás también la creación y la plasmación de arte genuino, es algo que continuamente impulsa fuerzas internas de liberación hacia nuestro propio yo, porque la creación de un mundo paralelo a tu propia vida hace que relativices mucho más si cabe tu propia existencia.
5) El minimalismo entendido como la valoración de lo autentico. Muchas personas cuando se están muriendo se dan cuenta que no han estado ni valorado lo autentico de la vida. En lo autentico, pocas veces o no está el éxito económico ni el social. Suele estar tener relaciones claras y limpias, y en crear sinergias afectivas y de apoyo a las personas queridas.