Con nostalgia el pasado
regresa a nuestra mente,
siempre viene bordado
de recuerdos furtivos
causantes de momentos
pletóricos de hechizos.
Disfrutamos lo bueno,
son recuerdos grabados
con un matiz ameno
cargados de sonrisas,
con mucha candidez,
sin ninguna malicia.
Todas son experiencias
guardadas como acervo,
personales vivencias,
algunas con matices
que forjaron el temple
de tantas almas simples.
Cuando los nubarrones
de repente asomaron
hiriendo corazones,
existió la entereza
se mantuvo la guía
que evadió la tormenta.
Esos tristes momentos
muy poco se recuerdan,
fueron solo tormentos
con pasión superados,
un bache del destino,
debemos olvidarlos.
Con los viejos amigos
es lindo recordar,
ellos fueron testigos
de aquellas aventuras,
locuras del momento
que en la mente perduran.