Alfredo Saez

-Elpis-

 

¿Cuál es el tributo que me demandas

para consagrar ese esquivo mutuo amor?

Lo anuncian ángeles con trompetas,

migrantes de osada gestión celestial.

Voltean sus seráficas alas a  barlovento,

desorientados  no vale corregirlas a sotavento.

Se dinamitan las bélicas fronteras polvorosas,

suenan rugidos apagados del tambor fraternal,

iluso mediador  de una pacífica amnistía

de  pactos, besos  y acuerdos que violamos.

¿Cómo cortar el  apretado nudo gordiano

sin la espada macedónica de Alejandro,

fragua ya mellada de fracasos anteriores?

Derrapan angustias en la pista del cariño

los “cómo”,  “cuáles”, los  “pero” y los “por qué”…

inquisidores orantes  de respuestas que no llegan.

¿Cuál es ahora el tributo que me demandas?

si solo percibo institutriz a Elpis, la Esperanza.

Su cornucopia , receptora de abundancias,

¡lástima!pena!... poco resta para yacer vacía.