Alejandro José Diaz Valero

Visitando el mercado

Para resolver cualquier problema, dilúyelo en alguna solución.(Alejandro Díaz)

 

Anoche me tomé algunos tragos

y amanecí con la resaca completa

y ahora me dio por ir al mercado

a comprar algo para la dispensa.

 

La compra la hice en forma ligera

pues encontré todo lo que buscaba

lo malo fue que extravié mi  cartera

con algunos billetes que quedaban.

 

Al llegar a casa me volví a acostar

a seguir pasando la resaca

y me levanté con una hambruna ejemplar

digna de comerme un elefante, y dos vacas.

 

Me fui de inmediato a la cocina

a usar las cosas que había comprado

y las piernas me temblaban como gelatina

al ver el desastre que había causado.

 

Quise hacer una sopa de pollo

para darle a mi cuerpo vitamina

entonces hallé el primer escollo

pues no compré  pollo sino gallina.

 

Quise hacer un puré de papas

y quedé de nuevo sorprendido

pues eran flamantes remolachas

esas, las que había traído.

 

Quise untar un poco de grasa

a un pan con solo mantequilla,

y lo que me vendieron fue mostaza

de esas con marcas de pacotilla.

 

Quise sacar la verde lechuga

para ver si satisfacía algún antojo

y el corazón de nuevo se me arruga,

pues no compré lechuga, sino repollo.

 

Y al querer abrir el atún enlatado

de nuevo la sorpresa va y me asalta

pues nada que aparecía el tal pescado

la lata era salsa para pastas.

 

Me devolví entonces al mercado

para hacer las compras de ocasión

compré una botella de vino añejado

y sendas garrafas de anís y ron.

 

Y al llegar de nuevo a la casa

al quitar a cada botella el tapón

me di cuenta con mucha  gracia

que la compra me salió a la perfección.