Siempre las alas abiertas estuvieron, pero nunca para volar al infinito,
se esperaba andar de a quí para allá, y siempre dispuesto a dar ese
tierno abrazo o un fuerte apretón de manos.
Pero que pasó, que ahora te vas,
y no hay un dios o un a despedida,
Ha sido tan cruel y horrible lo que acontece,
que no hubo ni una palabra ni presencia para despedirte.
Es una locura, en un descuido y llega lo inevitable.
sólo el altísimo señor nos dará un poco de alivio,
estamos viviendo una época aislada y triste,
sin un a dios ni despedida. Lamento que te hayas ido.
Amigos, vecinos y sobretodo mis familiares.
Pero, Dios nos ayudará a dejar esto atrás, y habrá un poco de paz.