Escribimos novela mejicana
con promesa tan llena de mentira;
y tu voz tan chillona, cual Shakira,
me corrió sin pesar de tu ventana.
Con un porte vulgar de cruel villana
destrozaste las cuerdas de mi lira,
y tu boca siniestra de vampira
con mi sangre cenaba tan ufana.
Tiritando de pena en un recodo
me dejaste maltrecho y jorobado;
sin hallarle a mis versos acomodo
entre sombras ambulo desvelado;
y parezco el sensible Quasimodo
abrazando un recuerdo mutilado.
Autor: Aníbal Rodríguez.