Si te bastaron excesos,
y te bastaron mis besos,
no olvides que yo te quiero,
no olvides que yo te espero.
Si tú extrañas mi presencia
y aborreces la apariencia,
regresa al tibio regazo
recibe pronto mi abrazo.
Si añoras estar conmigo
si evocas cálido abrigo,
contento estaré esperando
para seguirte adorando.
Si se truncaron tus sueños
que buscabas con empeños,
ven, que juntos navegando
los sueños se irán forjando.
Si sientes llegar la muerte
y crees que ya no hay suerte,
vuelve y sanaré tu herida
que te adornaré la vida.
Si al caminar vas cansada
con la esperanza amputada,
mi alma te espera serena
para aliviar tu honda pena.
Si tu mirada nublada
va triste y acongojada,
seré luz en tu camino
y seré yo tu destino.
Si estás llena de tristeza
con dolores y flaqueza,
te regalaré las rosas
lindas, rojas y olorosas.
Si tu alma camina herida
porque ha sido incomprendida,
te pongo sobre algodones
juntando dos corazones.
Si también fuiste engañada
con noches largas lloradas;
te cuidaré noche y día,
y escribiré poesía.
Si te sientes lastimada
y también muy poco amada,
yo te encenderé una hoguera
cuidando tu vida entera.