Guardián De Ángeles

Una improbable historia

Un aura de suaves manos toca tu mente
y la peina con esas remembranzas apiladas
en el baúl que rompió sus sellos, un espectro
férvido y fugaz -vestido de vivencias del ayer-
te envuelve en su manto de ilusiones,
reconstruyendo un amor transitorio.

Puedo ser quien soy para ti, la idealización de un guardián,
puedes darme las cualidades que en mí veas al cerrar tus ojos
o ser el propiciador de hirientes momentos,
puedo ser quien no soy, un demonio asustado
del mal reinante y que halla paz sólo estando junto a ti.

Puedes verme en un rostro familiar:
en un compañero, en un vecino, en un amigo;
puedes rendir tu honorabilidad en un arrobamiento
forjando quimeras en una improbable historia.

Incluso puedo ser el patán que en una noche de luna
siguió el vuelo de las luciérnagas soñando con estrellas
y olvidó que en el reino de las hadas como tú no hay nadie más,
que entre las más hermosas doncellas eres la más maravillosa.

Puedo ser aquel otro que se quedó
en el sueño del silencio -oprimiendo su entresijo-,
puedo ser el cruel que te destroza el alma y luego llora,
el que olvida el sabor de tu alma en tus versos de azúcar,
que ama eternamente tu virginal esencia, que te enaltece
y que olvida luego cómo regresar a ti, tras borrarse los caminos…
puedo ser lo que tú permitas,
aquel que anheles vivo o quien es mejor que pronto muera.