Te odio tanto, tanto
que deseara matarte con mis propias manos,
dejaría que te comieran los gusanos,
porque te odio tanto.
Te odio tanto, tanto
que quisiera arrancarte lo que tienes encima,
para quedármelo para toda la vida,
porque te odio tanto.
Te odio tanto, tanto
en el lugar donde te odio solamente a ti,
rezándote para que me odies a mí,
porque te odio tanto.
Te odio tanto, tanto
que juró jamás volver a amarte,
más de lo que solía amarme,
porque te odio tanto.