El horizonte nos espera
para abrazar el porvenir
y entonces sonreír.
Podemos pecar,
más no morir en sus garras.
Arrepentirse es ganar la gloria, si de sinceridad está colmada.
Necesario es amar,
como urgente es perdonar.
Salir del remolino,
reencontrar el camino
y la luz de lo divino,
es trascender hitos
y dignamente, vivirlos.