Un tranquilo atardecer
tras una pequeña trastada
al sentir una tocada
de la pequeña mano al parecer.
Una calle casi solitaria
con ojos de verde travesura
casi sin la menor mesura
de estampa estrafalaria.
¿ Hola cómo te llamas ?
Palomilla es mi nombre
hijo de cualquier hombre
vivo entre llamas.
Su vivaz aspecto rubio
río de verde profundo
llegando a este mundo
su alegría esa tarde exhibió.
¿ Donde vives y vas a que lugar ?
las calles son mi casa
ya que mucho tiempo pasa
de dormir en cualquier lugar.
Una tranquilidad que agobía
una sonrisa perspicaz
soy hijo de una casualidad,
recuerdo ya no percibía.
Con tan pernicioso equipaje
rebosante de alegría
solo sus calles vivía
demostrando su paisaje.