Volví arribar a mi destino
Ese destino moribundo que eres tú,
Te encontré sin abrazos
Sin sonrisa de alegría hipócrita
Sin un beso entre las manos
Sin una mirada loca.
Me recibes cual escombros
De minas sollozas;
-y mi corazón esperaba un te quiero,
-ó alguna frase cursi y amorosa.
Tus ojos ya no ven al hombre
De aquellas noches lujuriosas,
Ni siquiera algún defecto te hago sentir,
Mucho menos un te amo;
Solo queda un hombre muerto
Que como un cobarde quiere huir.
Me abate tu actitud indigna,
Me hiere tu mirada oscura;
Me abruma tu desamor,
Me desquicia tu locura.