El suelo de ambos mundos se estremece
Por las pasiones que pudieron pasar, pero nunca fueron.
Ella se asoma a una de las calles, sus brazos aún están débiles y le cuesta salir de la cueva.
Puede ver cómo los tintes púrpuras de este nuevo lugar reflejan sobre la piel de sus manos.
Una tercera mano aparece, y le ofrece ayuda, pero retira la mano y corre de nuevo a su piano.
...
Lo siento, no soy nadie único.
Mi vida es simple y la verdad es que quisiera ser especial.
Los cuentos de amor ya no me calan bajo la piel, solo algunos, antes eran la mayoría.
Ya no sé qué hacer, de verdad. Quisiera nada más saltar todos los pasos que hay para llegar al mar,
Pero es completamente imposible. Quiero pasar de la A a la Z, pero no se puede. ¿Será que mas de algún ser vivo lo ha hecho?
Tiene que haber un atajo, sin que tenga repercusiones.
¡¡Me lo prometieron!! ¡Todos me lo prometieron! ¡Era siempre tan fácil y ahora que me toca a mí, no lo es!
En este momento, incluso dudo si siquiera sé escribir o leer. Soy un cuerpo relleno de órganos y fluidos que hacen que esta farsa funcione.
No tengo nada, ni siquiera me tengo a mí.
¿En dónde más busco?
Es todo un romanticismo; el sentarme en el piano, para pensar tristes melodías… pero luego de eso, ¿qué? ¿Quién me viene a salvar?
¿Alguien me salva?