Madeja de enredos
en los que estamos envueltos
echa a andar la rueca
tiñe de rojos y azules
las sedas de nuestra fortuna
Hila, hila hilandero
los hilos de nuestro destino
Tenza los hilos
para formar el ovillo
Teje y teje las telas
que vestirán nuestros cuerpos desnudos
Teje y teje las telas
que alfombrarán el camino
Teje y teje hilandero,
teje suave, pues también,
estás tejiendo mis sueños.