Llenos de lágrimas, ojos gallardos,
mía sultana, belleza otomana,
tú que clavada tan como los dardos,
dulce si como la gloria romana,
bella sultana que brota tan cardos;
grande que viene de tierras lejana.
Bellos tus ojos, hermosos jazmines,
gloria de oriente, de cálidos fines.