Alberto Diago

EN OTRO MUNDO

Sepultaron las armas

en el fondo del mar

y lavaron el cerebro 

a los antiguos traidores, 

ya los hombres no saben pelear

y los niños no juegan a disparar.

 

A los militares se les encuentra

en sus batallones, 

pero ahora cultivan flores

y ya no van uniformados

(... los políticos duermen 

la siesta eterna).

 

Dejaron de fabricar

chalecos antibalas

(... y también las balas), 

ya no hay coches blindados

ni tanques armados;

ya no hay museos 

de armas viejas, 

¡todas fueron sepultadas!

Los hombres volvieron a ser niños, 

¡volvieron a ser humanos!

 

xE.C.