La gata sobre el tejado
La vida es gratificante cuando entregas
momentos para reír, otros para llorar.
Debes disfrutarlos al punto de gozar.
Hasta el máximo, ¡qué bien!
como esa gata en tejado caliente
que no quiere caerse,
ni sabe a dónde ir.
El zinc o la madera
se puede prender.
Consciente podrás llorar,
dichosa podrás reír
no debes valorar
momentos,
que te hicieron sufrir.
Disfruta los buenos…
ahí nos veremos,
amor desesperado,
ardiente y apasionado
en el lugar más corriente,
porque no es el lugar ¡mi amor!
es sentirnos unidos en fuego vivo,
siempre llama, latente.
Nelly Castell