Si yo fuera buen poeta
seguro me pagarían,
para escribir tonterías
en alguna papeleta.
O en esos folios doblados
que hay dentro de los envases,
de dulces y chocolates
que compran enamorados.
O aquellos de trovadores
que van impresos en sobres,
de un azúcar de renombre
o etiquetas de licores.
No me dieron esa palma
porque mi rima es sencilla...
¡Pero que gran maravilla
verme en Poemas del alma!
Jorge Horacio Richino
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