Un abrazo reencontrado,
unas lágrimas regadas,
la emoción apresurada,
tu mirada estremecida…ilusionada,
y mis ojos exaltados
por volver a ver la luz de tus pupilas.
Manso bálsamo que alivia mi impaciencia,
la caricia que estremece,
que serena el corazón desconcertado.
Fuego lento que se enciende poco a poco,
ya calienta nuevamente,
me reanima,
me devuelve la alegría.
Sentimientos que retornan,
que se agitan anhelantes,
que se nutren de recuerdos inmortales.
Nuestro amor está latente,
más vigente ahora que antes.
Esperó por tanto tiempo este momento.
Nuestro amor espontáneo…natural,
más allá de lo sublime,
simple y puro…inquebrantable.
Tu y yo en este abrazo tan sentido,
tu y yo y nadie más entre nosotros.