Y mira que los he visto observar por el ojo de la cerradura
más de una vez he sentido esa brisa extraña,están ahí, mirando:
los fantasmas en reposo,
creyendo en el silencio absoluto
si supieran que su verdad es apenas una sombra, un balbuceo sin hambre de eco, un murmullo prematuro de esta realidad.
Y mira que los he visto observar por el ojo de la cerradura, y nunca he sentido la necesidad de instalar algunas nubes por ahí.Que observen, mientras avanzo, que vean cada vez que me marcho por la puerta opuesta de cada habitación a la que asisto, que intuyan que mi fe es como la de un caracol: que aún sin alas; se es posible trepar a los árboles.Hay quienes acechan mis pasos, si supieran que yo solo tengo tiempo de ir a perseguir mis sueños.