anfaber

De cacerĂ­a

 

 

Ironía la nuestra, tanto miedo a la muerte

y andamos por la vida siempre de cacería

detrás del ser chiquito, que dentro nuestro habita,

matándolo un poquito, cerrándole la boca.

Su infancia, su inocencia , el juego, el asombro,

nos tensa , nos da miedo, lo creemos erróneo.

La adultez, genocida de ilusiones bajitas,

quiere matar al niño, su aliento, su energía

los sueños , la utopía, la magia, los colores.

Es urgente meterle la razón a las cosas

derrocar la intuición y dominar la risa.

Metidos en cuestiones muy serias , muy mortales

tras de logros terrenos, y poniéndole el freno,

a todo lo que inspira... lo ahogamos, lo dormimos.

Menos mal que ese infante que fuimos, su alboroto

sus ganas de vivir, de jugar , de salvarnos

lo motiva a avanzar,paciente , sigiloso

hasta atacar un día , de sopetón glorioso

y ojalá no sea tarde.  

 

andrea